El final de los círculos y 4: El camino a Linares.

(El título requiere explicación. Constituye un capítulo de una hermosa saga que comenzó en Linares y que se me ofrece como un regalo para la meditación y la oración en este verano. Si quieres seguirla tendrás que remitirte al blog de Linares  https://linares2019.blogspot.com).

Como muchos fue a los campamentos desde pequeña y forma parte de los clásicos que constituyen la historia de nuestra parroquia.

Como muchos fue creciendo en ellos y en el trabajo semanal de la catequesis.

Como muchos llegó su tiempo de itinerantes y voluntariados en Ávila y el final de su tiempo de campamentos.

Aquella pena fue la antesala de descubrimientos insospechados y como muchos vivió con una intensidad que marca la vida las dos experiencias de Linares.

Como muchos se despidió de aquellos niños en un mar de lágrimas y en la promesa que regresaría en cuanto fuera posible.

Como no tantos siguió haciendo presente a aquellos niños en las oraciones y celebraciones teniéndolos en su memoria en peticiones y acciones de gracias.

Como solo unos pocos se mantuvo en un itinerario, casi vocacional, de ser primero monitora y acabar siendo catequista y regresar, entonces, para devolver a Linares aunque solo fuera una parte de lo recibido.

Como solo nueve se inscribió en el curso de tiempo libre y aún resuena en mi recuerdo su presentación el día de comienzo: "Yo quiero formarme para ser monitora, y para ser luego catequista porque quiero regresar a Linares y poder seguir trabajando por aquellos niños".

El peso de sus palabras vino dado por la distancia de aquella despedida emocionada: dos años que en estos tiempos que corren, y para una joven de 19 años puede constituir toda una eternidad.

Como sucediera entonces, el curso se convirtió en otro escenario de descubrimientos que anticipaban aún otros mayores.

El 17 de julio se estrenó como monitora. Con su Linares en su mente, pero admirada porque el itinerario que ella imaginó le pudiera detener en una etapa tan intensa y enriquecedora como el trabajo con los niños en el campamento.

Desde el porche sobrecoge su trabajo discreto y centrado en lo esencial del tiempo libre: servicio y trato personalizado a cada niño. Hasta tener que pedirle que no asuma siempre las tareas menos lustrosas en un campamento.

Seguramente volverá como monitora al campamento. Y con toda certeza vivirá emocionada su regreso a Linares. Y ese día, su palabra rebasará los límites del deseo para mostrarse como eficaz. Y pido a Dios poder estar presente en esa jornada que también será histórica.


Comentarios

  1. El paso del tiempo también tiene la cara amable cuando nos permite ver desarrollos personales como el que nos muestra esta entrada. Muchas gracias.
    Mañana todos a Santiago de Aravalle. ¡¡¡24 horas!!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares